

El título del blog viene de uno de los ingredientes que todo buen repostero ha de tener: azúcar avainillado. Es muy fácil de hacer y muy práctico, ya que sirve para dar un toque de vainilla a los postres: no es lo mismo servir natillas que servir: "crema de los ángeles al toque de vainilla", poniéndonos un poco en plan nouvelle "pedante" cuisine. Se hace guardando en un bote de cristal azucar glass con una ramita de vainilla. Fácil, barato y para toda la familia: ¡hasta sirve para dar un sabor especial a las infusiones!
Se pone una vaina por cada 200 gramos de azúcar. No merece la pena ir a comprar azúcar glass, ya que se puede hacer amortizando la maquinilla de café. Se deja reposar unos días, bien cerrado, y cuando al abrirlo huela maravillosamente a vainilla es que está hecho.
Iré publicando poco a poco recetas de postres sencillos, fáciles de hacer y que no necesiten, en general, ingredientes raros: no esperéis nada que lleve leche de uakarí liofilizada.
Espero que os guste: se acepta cualquier tipo de crítica, sugerencia y similares, así que no os cortéis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario